DIABETES Y OBESIDAD
La obesidad por sí misma no es un detonante de la diabetes, sin embargo es un factor que la puede ocasionar.
Aquí van algunos datos a considerar:
La Diabetes Tipo 2, es una enfermedad crónica que se desencadena cuando el páncreas no produce suficiente insulina: hormona que regula el nivel de azúcar o glucosa en la sangre.
Por otra parte, la obesidad es un factor de riesgo importante para el desarrollo de la diabetes tipo 2, pues ésta aumenta la resistencia a la insulina, y con el tiempo, dicha resistencia puede conducir a diabetes tipo II.
Este tipo de diabetes es la más común en personas mayores de 60 años; sin embargo, puede presentarse a cualquier edad.
Se estima que el 90 por ciento de los casos de diabetes tipo 2 son atribuidos al sobrepeso.
-Si bien existen otros tipos de diabetes -como la tipo 1 que es más frecuente en la niñez, y la diabetes gestacional durante el embarazo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo, más del 95% de las personas desarrollan diabetes tipo 2: como verán, es una enfermedad multifactorial, que a grandes rasgos, es ocasionada por exceso de peso e inactividad física.
De esta manera… aproximadamente más de 422 millones de personas en el mundo son pacientes diabéticos, la mayoría de éstos, viven en países en vías de desarrollo y 1.5 millones de fallecimientos, al año, en el mundo, se atribuyen directamente a esta enfermedad.
Por nuestra parte, en México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021, señala que 12 millones 400 mil personas padecen diabetes, con una tasa anual de fallecimiento de 361, por cien mil habitantes. Así mismo, en nuestro país es considerada un grave problema de salud pública pues:
siete de cada 10 adultos.
cuatro de cada 10 adolescentes.
y uno de cada 3 niños presenta sobrepeso u obesidad.
Ahora bien… La obesidad -por sí misma- no es causante de diabetes, pero es considerada un factor que contribuye de forma significativa en su aparición.
Los síntomas más comunes son el incremento en el volumen de orina, sensación de sed y de hambre, fatiga, pérdida de peso y cansancio. En ocasiones se acompaña de falta de visión y respiración rápida.
Por todo lo anterior, y aunque resulte muy obvio, debo insistir en mantener estilos de vida que eviten la obesidad, diabetes y sus complicaciones, pues existe un especial peligro, de padecer obesidad siendo diabético.
Como comentaba, la insulina es la hormona que regula el azúcar en nuestra sangre, y si esta NO SE CONTROLA, puede producir un aumento de azúcar ocasionando una hiperglucemia, (o aumento de azúcar en la sangre).
El principal riesgo es la aparición de complicaciones a largo plazo, especialmente de enfermedad cardiovascular, enfermedad cerebrovascular, enfermedad arterial en extremidades inferiores, así como retinopatía siendo esta la principal causa de ceguera.
Todas estas complicaciones tienen relación con el tiempo de evolución y especialmente con el grado de control de la enfermedad.
Un dato muy importante es que el exceso de glucosa en sangre deteriora silenciosamente el organismo, esto quiere decir que muchos viven con diabetes sin estar diagnosticados o controlados, y son atendidos una vez que presentan más de una complicación de las señaladas anteriormente.
La mejor manera de prevención es cuidar los hábitos de alimentación y realizar ejercicio físico, y si tienen pequeños en casa, inculcarles buenos habitos desde la infancia.
Si bien las complicaciones de la diabetes han disminuido de forma significativa en los últimos años, ha aumentado de forma exponencial el número de pacientes, por lo que la prevención es la mejor herramienta.
Así que la dieta y el ejercicio, son pilares fundamentales en la previsión tanto de la diabetes como de la obesidad.
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